Lo mejor de la noche fue una Sra que toco el piano con uena música que hizo que nuestro paso por el restaurant sea un poco más llevadero..Lo demás...Muy mala atención.Camareros inexperimentados atendiendo nuestra mesa. Tuvimos que levantarnos en 2 ocasiones a buscar al camarero para que nos atienda y luego que nos traiga la adición.Extraño que haya un restaurante con servicio pobre en un hotel tan lindo como casa grande.La comida tardo mucho en venir. No terminaron de poner la mesa propiamente hasta que les pedimos que lo hagan.No recomendaría este lugar.